Zlatibor, el Pulmón verde de Serbia

Zlatibor es una de las zonas naturales más conocidas de Serbia, una cordillera conocida por su buen clima y avalada sobre todo por los propios serbios, que suelen acudir hasta esta región para pasar fines de semana y vacaciones cortas.

Zlatibor es un macizo montañoso que, debido al clima mediterráneo y las corrientes de aire cálido, permiten disfrutar de uno de los climas más agradables de Serbia. Los bosques de pinos y abetos, los prados y los arroyuelos que serpentean por las montañas hacen de esta región un verdadero remanso de naturaleza.

La época más común para visitar las montañas de Zlatibor es en invierno, cuando las montañas se cubren de nieve y comienzan a funcionar las estaciones de esquí. Zlatibor es el principal lugar de Serbia para disfrutar de los deportes de invierno. Y dada su relativa cercanía con Belgrado –la capital está a unos 240 kilómetros-, muchos serbios acuden a disfrutar del esquí cuando pueden hacer una escapada.

Además del esquí y demás deportes de invierno, Zlatibor también es un lugar ideal para los deportistas de alto nivel, que se benefician de la calidad del aire de las montañas. Por eso no será extraño que cuando cruce esta mágica y romántica región de los Balcanes pueda ver a su paso centros deportivos para estos atletas.

Acérquese hasta la villa de Zlatibor, un pequeño pueblecito construido para focalizar el turismo en esta región. El lago de esta villa es uno de los lugares más conocidos por los turistas. Se trata de una laguna artificial, rodeada de bosquecitos y con senderos y merenderos ideales para disfrutar de la naturaleza. Pasear por estos caminitos, bajo las ramas coníferas de los árboles, le permitirá sumergirte en la naturaleza de los Balcanes.

En la región de Zlatibor, también podrá disfrutar de la arquitectura tradicional. Staro Selo, por ejemplo, es un museo etnográfico al aire libre en el que podrá disfrutar de las alquerías de madera del siglo XIX. Pasear entre estas casitas le permitirá vivir en su propia piel la esencia romántica de la vida rural en Serbia.

Aunque, probablemente, para disfrutar de los pueblos típicos, el mejor lugar para hacerlo sea Drvengrad. Se trata en realidad de una villa construida por Emir Kusturika para ambientar su película La vida es un milagro. Este pueblo fue construido al estilo de los pueblos tradicionales yugoslavos antes de las guerras de los Balcanes y tras el film quedó como un destino turístico.

Aunque fuese un decorado de película, lo cierto es que Drvengrad emana una esencia tradicional que parece salir de un verdadero pueblo anterior a la guerra.

Por ello, Zlatibor es una de las visitas ineludibles cuando se visita Serbia. Un pulmón verde de naturaleza y entretenimiento que le permitirá disfrutar de otra manera de este país.