Sofía, Bulgaria, el corazón de los Balcanes

Sofía, Bulgaria, no es sólo la capital del país, sino que además es una de las grandes ciudades europeas que debe visitar para conocer el pasado del Viejo Continente. Y lo es porque es una de las capitales más antiguas, cuyos orígenes se remontan al siglo VIII antes de Cristo.

Viajar a Sofía le llevará a conocer las distintas etapas por las que ha pasado la ciudad y todo el país, desde su pasado como asentamiento tracio, su inclusión en el Imperio Romano y su conquista por el Imperio Bizantino, hasta su conversión en Reino y posteriormente en República y las influencias que otras naciones.

Desde luego, una de las grandes atracciones de Sofía, Bulgaria, es la Catedral de Alejandro Nevski. Construida para honrar a los rusos que fallecieron durante la liberación de Bulgaria del dominio del Imperio turco a finales del siglo XIX, es una de las mejores muestras de arquitectura ortodoxa del mundo. Sus dimensiones son destacables, ya que es capaz de albergar hasta 5.000 personas, como también lo es su galería de arte, en la que se encuentran frescos y obras de artes de distintas épocas.

Recorrer el bulevar Tsar Osvoboditel es una de las obligaciones al viajar a Sofía. A lo largo de esta amplia avenida que, al igual que otras de las zonas más turísticas de la ciudad se caracteriza por su pavimentación de adoquines dorados.

A lo largo de este bulevar se pueden ver algunos de los edificios más representativos de la ciudad, y que fueron construidos a imitación de las grandes capitales de Centro Europa. Desde la Universidad de Sofía, el Parlamento o la Galería Nacional –antiguo Palacio Real–, son algunos de los monumentos que se pueden ver a lo largo de esta calle. Y, todo ellos siguen una estética que combina distintos estilos: neobarroco, neorrenacimiento y neoclasicismo.

Además, en esta calle también se puede encontrar otra de las construcciones religiosas más significativas de la ciudad: la Iglesia Rusa. No es difícil imaginarse por qué la Iglesia de San Nicolás ha recibido este sobrenombre. Su estilo, imitando a las grandes iglesias moscovitas, es la principal razón. Destacan tanto su decoración exterior, formada por azulejos de distintos colores, como su decoración interior, con el revestimiento en oro de las cúpulas y los murales de sus paredes.

Dentro del edificio de la Presidencia se encuentra uno de los monumentos arquitectónicos más antiguos y mejor conservados de la época romana de Sofía. Se trata de la Iglesia-Rotonda de San Jorge. De principios del siglo IV, este edificio ha tenido varios usos: iglesia católica, mezquita, iglesia ortodoxa, mausoleo y de nuevo, iglesia ortodoxa. Se trata de una construcción cilíndrica y abovedada, cuya base, en contraste, es cuadrada, al igual que la sala destinada al altar.

Otro de los lugares de interés de Sofía, Bulgaria, es la plaza Sveta Nedelya, donde se encuentra la catedral del mismo nombre. Además de esta construcción religiosa, destaca su entorno, donde ya se pueden ver los edificios de estética socialista y comunista que proliferan por toda la ciudad.