Sinaia, Rumanía, la joya de los Cárpatos - Panavisión Tours

Sinaia, Rumanía

Italia

Sinaia, Rumanía, la joya de los Cárpatos

El Castillo de Peles y el Monasterio de Sinaía son los lugares más especiales de esta ciudad

A los pies de los Cárpatos se encuentra Sinaia, uno de los tesoros de Rumanía. Esta pequeña ciudad, muy joven comparada con alguna de las otras ciudades históricas del país, ofrece alguno de los monumentos más espectaculares que podrá encontrar en su viaje.

Indudablemente, el Castillo de Peles es una visita obligada cuando se viaja a Sinaia. Se trata de un palacio decimonónico, construido en estilo neorrenacentista con una clara influencia alemana por Carlos I, el primer rey de Rumanía. El monarca quiso edificar uno de los castillos más bellos de Europa en estas montañas, y no cabe duda de que lo consiguió.

El aspecto alemán del castillo, decorado con murales y frescos en el exterior, enamora a los viajeros que se dejan caer por Sinaia, a medio camino entre las regiones de Transilvania y Valaquia. Su alta torre –de 66 metros- atraerá las miradas de los que se acerquen a visitar este castillo.

El Castillo de Peles destaca por su espectacular decoración interior, en la que se mezclan los vitrales alemanes, las lámparas de araña de Murano, el cuero cordobés o la artesanía en ébano y marfil. A lo largo de sus 160 habitaciones encontrará una sucesión de lujo y de opulencia propia de los reyes.

Cerca del Castillo de Peles se encuentra otra de las maravillas de Sinaia, Rumanía, el Castillo de Pelisor. Más pequeño y rústico que su compañero de Peles, este palacio fue construido a principios del siglo XX para albergar la residencia de los príncipes herederos. Como curiosidad, valga decir que Pelisor está considerado el primer edificio de Europa que contó con corriente eléctrica.

Sin embargo, al visitar Sinaia, Rumanía, uno de los lugares que no debe perderse es el Monasterio de Sinaia. Se trata de un convento fundado en 1695 por el príncipe Mihai Cantacuzino tras un peregrinaje a Tierra Santa. De hecho, el nombre del monasterio, del que se deriva del mismo nombre del pueblo, proviene del Monte Sinaí, en Egipto.

En un principio, el príncipe Mihai previó que el monasterio fuera ocupado por doce monjes, en relación a los doce apóstoles, aunque el número ha ido creciendo y menguando a lo largo de los años. Hoy en día, unos trece monjes aún habitan en el complejo.

El Monasterio de Sinaía es apodado la Catedral de los Cárpatos, y no es para menos. Se impresionará cuando vea los murales y frescos de inspiración bizantina que adornan el interior del templo y, también, el mobiliario, que le transportará a épocas pasadas.

Por ello, Sinaía es uno de los lugares imprescindibles para visitar en Rumanía. Una parte de la historia del país que no podrá dejar de ver.