Qué ver en Oslo
Oslo, turismo, diseño, historia, mar, montaña. Todo esto y mucho más es lo que podrá y tendrá que ver en Oslo, capital de Noruega. La ciudad se presenta ante el visitante como una de las bellas de Europa, pero además una de las modernas, ya que Oslo y diseño van unidas.
De hecho, uno de los edificios que hay que ver en Oslo y en los que más claro podrá darse cuenta de cómo ha evolucionado la ciudad, haciendo del vanguardismo una de sus señas de identidad, es la Casa de la Ópera. Inaugurado en 2008, este edificio, de líneas rectas, está construido al pie del fiordo Oslofjord, dando al visitante la sensación de que es una extensión de éste por su color blanco y el agua reflejándose en sus cristaleras.
En la ciudad podrá descubrir muchos otros edificios que le harán darse cuenta de porqué Noruega, y toda Escandinavia, es el centro del diseño Europeo. Pero hay muchas otras cosas que ver en Oslo. Para empezar, el Parque Vigeland, sin duda alguna el parque más visitado de toda la ciudad, y eso que existen numerosas zonas verdes en Oslo.
Este espacio es conocido como el parque de las esculturas y no es de extrañar, ya que en él podrá ver hasta 57 obras del escultor noruego Gustav Vigeland. De entre todas ellas, no deje de contemplar el “Monolito” , un bloque de granito en el que están esculpidas hasta 121 figuras humanas desnudas y entrelazadas.
Puede continuar su visita con un recorrido por los edificios institucionales más destacados de la ciudad. El Parlamento, o Storting, es uno de ellos. Su construcción, que terminó a finales del siglo XIX, dio como lugar un edificio majestuoso, de un color amarillo único y al que no le faltan detalles. Tampoco puede dejar de visitar el Palacio Real, en el que trabajan los monarcas noruegos pero no lo utilizan como residencia. Se trata de un regio edifico, con tres alturas, que sigue las líneas del estilo neoclásico.
Desde el Palacio Real sale la Calle Karl Johan, la principal avenida de la ciudad. En sus orígenes, eran varias calles separadas que se han ido uniendo para dar lugar a esta amplia vía. A lo largo de su recorrido podrá ver muchos edificios de interés, como el de la Universidad, y contemplar las tiendas, bares y cafeterías que se ubican en los bajos de los bonitos edificios que la custodian.
El edificio del Ayuntamiento es otro de los puntos de interés que hay que ver en Oslo, cuya característica arquitectura no le dejará indiferente. Como curiosidad, sepa que en sus salones tiene lugar la entrega del Premio Nobel de la Paz, el único que no tiene lugar en Estocolmo, capital de Suecia.
Oslo, turismo y vikingos son sinónimos. Pero tendrá que acercarse hasta la Península de Bygdoy para visitar el magnífico Museo de los Vikingos, donde, entre otras maravillas, podrá ver los barcos vikingos mejor conservados que existen así como otros objetos que le permitirán mejor conocer las costumbres de este pueblo. Para ello, también tendrá que ir al Museo Folklórico, donde podrá aprender un poco más de la cultura escandinava.
En la misma Península de Bygdoy se encuentra la Galería Nacional, una pinacoteca en la que, entre otras obras de arte que no se puede perder, está expuesto el famoso “El Grito” de Munch. Toda una oportunidad para disfrutar de esta emotiva pintura.