Turismo en Núremberg
En la ciudad de Núremberg, el turismo le permitirá disfrutar de la esencia medieval de Baviera y embarcarse en varias escenas de la historia alemana, desde su esplendor durante la Edad Media, como capital del Sacro Imperio Romano, hasta los infames congresos nazis y los juicios a sus jerarcas tras la II Guerra Mundial.
El monumento más significativo que ver en Núremberg es su espectacular Castillo Imperial. En este bastión, sobre una colina que domina toda la ciudad, tuvieron su residencia oficial los antiguos emperadores del Sacro Imperio Romano durante más de 500 años.
En el interior de la fortaleza, podrá disfrutar de la historia medieval de Alemania. Pero no se pierda su espectacular Capilla Doble. Se trata de dos capillas casi gemelas situadas una encima de otra. La superior era el espacio personal del emperador y su familia, mientras que la inferior era usada por los caballeros. También merece la pena disfrutar de las espectaculares vistas que ofrece la ciudad desde las murallas.
Otro de los lugares en los que hacer turismo en Núremberg es la Iglesia de San Lorenzo, uno de los mejores ejemplos del gótico en Alemania. Las dos altas torres del templo marcan una reconocible silueta. En su interior se sorprenderá por ser un perfecto ejemplo de Hallenkirche o “Iglesia de Salón”. Además, tiene como adorno un espectacular Ángelus –una escultura de madera colgada del techo- fabricado por Veit Stoss.
La Iglesia de San Sebaldo también es otro de los monumentos que ver en Núremberg. Este templo, el más antiguo de la ciudad y cuya fachada recuerda a la de San Lorenzo, fue totalmente destruida en la II Guerra Mundial –al igual que gran parte de la ciudad- y restaurada minuciosamente después. En su interior, se sorprenderá al contemplar soberbias figuras y esculturas y la colosal tumba de San Sebaldo de Núremberg, al que está consagrada.
En Núremberg, el turismo también le permitirá acercarse hasta la vida cotidiana de uno de sus ciudadanos más insignes: Durero. El artista renacentista alemán nació y vivió en esta ciudad, que aún cuenta con su casa natal, hoy museo. Más que hacer hincapié en la obra y el genio de Durero, la visita a esta casa le permitirá conocer su día a día y los instrumentos que utilizaba en su trabajo.
Tristemente, la ciudad también es conocida por haber sido uno de los bastiones del nazismo. Núremberg fue el escenario de su máximo apogeo con el Congreso del Partido Nacionalsocialista en Núremberg en 1934, que fue filmado por Leni Riefenstahl y convertido en una de las mayores películas de propaganda de la historia con el título: El Triunfo de la Voluntad.
También aquí se aprobaron las llamadas Leyes de Núremberg que discriminaron duramente a los judíos, en 1935. No obstante, tras la guerra también fue la tumba del nazismo, al celebrarse aquí los Juicios de Núremberg, donde los grandes jerarcas del partido fueron juzgados y condenados por sus atroces crímenes. Hoy en día, el Memorial de los Juicios de Núremberg le permitirá revivir este proceso que marcó el final definitivo de uno de los momentos más tristes de la Historia.
Más allá de este desgraciado vínculo con el nazismo, Núremberg es una de las ciudades más encantadoras de Alemania, con un aspecto pintoresco que le transportará hasta la Edad Media.
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