Dubrovnik, Croacia
Dubrovnik, Croacia, es la ciudad más visitada de todo el país. Y lo es por su belleza extraordinaria, fruto de su localización privilegiada, su variada historia, y por su cercanía con varias de las principales islas de la costa dálmata. Por todo ello, la ciudad, que no se anexionó a Croacia hasta el año 1991, es uno de los destinos de turismo más completos: arte, historia, arquitectura, paisajes y relax componen su oferta al visitante.
La popularidad de la ciudad venía de lejos, pero en los últimos años ha ganado aún más notoriedad gracias a la serie de televisión Juego de Tronos, que ha elegido Dubrovnik como localización para rodar las secuencias de Desembarco del Rey.
Dejando de lado esta curiosidad, la ciudad merece una visita en profundidad. Sobre todo su casco antiguo –Stari Grad-, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994. El centro histórico es uno de los principales atractivos que hay que ver en la ciudad, que se ha mantenido casi imperturbable durante más de 10 siglos –a pesar de las guerras y los asedios de los que ha sido testigo-.
Una de las primeras sorpresas que se llevará es la muralla de más de 2.000 metros de longitud, que hace casi inexpugnable este recinto a los visitantes no deseados. Construidas en el siglo XII, si realiza un paseo por su interior podrá descubrir desde una perspectiva diferente las joyas que salvaguarda en su interior. Además, podrá ver las muestras de su historia más reciente ya que en la última guerra de la que fue testigo la ciudad –en 1991- sus almenas se utilizaron como soporte de morteros, entre otras armas.
Dentro del recinto amurallado, el casco antiguo de Dubrovnik acoge numerosos tesoros en su interior. La Placa o Stradun es la calle principal que atraviesa el casco viejo desde la famosa Puerta de Pile –donde puede verse la estatua del patrón de la ciudad- hasta la Plaza Luza, donde se encuentran la Torre del Reloj, uno de los emblemas de la ciudad, y la Columna de Orlando, que cuenta con una representación del caballero medieval.
Una vez ha traspasado la Puerta de Pile, una de las maravillas que verá será la gran fuente de Onofrio. Se trata de una fuente con forma de polígono con 16 caras, de impresionantes dimensiones, que aún hoy provee de agua fresca a los visitantes de la ciudad. En cada una de las caras se talló una máscara, por cuya boca emana el agua.
Además, otros puntos de interés que hay que ver en Dubrovnik son el Palacio Sponza, que data del siglo XVI, y en el que destaca su pórtico de seis columnas y las colecciones de manuscritos que se guardan en su interior.
Los edificios religiosos son también una de las atracciones de la ciudad. La Catedral de la Asunción destaca por la belleza de su estilo barroco y de sus altares. En su interior se guarda un hermoso sagrario que contiene las reliquias de San Blas. Los Monasterios Franciscano y Dominico son también dos construcciones que deberá visitar, sobre todo por sus respectivos claustros y los museos que albergan en su interior. Además, en el Monasterio Franciscano se encuentra la tercera farmacia más antigua de Europa –está en funcionamiento desde el año 1391-.
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