Sri Lanka, turismo al país de los mil nombres

Sri Lanka, turismo al país de los mil nombre, de las plantaciones de té, de paisajes infinitos y de exóticos parques y de la tranquilidad. Todo en este destino le transportará hasta un universo lleno de extraordinaria cultura, variados paisajes –playa, montaña, valles y mucho más-, rica gastronomía y hospitalidad sinfín.

A lo largo de su historia, este destino –que ocupa una isla de poco más de 65.000 metros cuadrados- ha ido cambiando de denominación, de ahí que se lo conozca como el país de los mil nombres: Lanka, Lankadvipa, Simoundou, Taprobane, Serendib, Selan y Ceylán, hasta la denominación actual, Sri Lanka. Turismo a este país le llevará a descubrir una cultura distinta y única, que ha mantenido su esencia a pesar del paso del tiempo y de la modernización.

La puerta de entrada de los viajes a Sri Lanka es su capital, Colombo, de la que no puede dejar de visitar sus innumerables puntos de interés, como la Torre del Reloj, el antiguo faro o la Casa de la Reina, actual residencia del presidente del país.

Una de las primeras grandes experiencias que le esperan en esta isla tendrá lugar en Pinnawala, donde podrá visitar un orfanato de elefantes. En este lugar, fundado en 1975, conviven decenas de paquidermos que han sido rescatados de la selva porque se encontraban heridos, enfermos o, simplemente, huérfanos. Que esté en Sri Lanka no es casual, ya que el país es uno de los que es autóctono el elefante asiático.

Además, hay muchas cosas que ver en Sri Lanka. Turismo a través de los lugares Patrimonio de la Humanidad es casi una obligación, ya que el país cuenta hasta con 8 espacios reconocidos con este título de la UNESCO. Una de ellas es Sigiriya. Su fortaleza, las ruinas del Palacio Real y las vistas que obtendrá desde esta ciudad antigua no le decepcionarán.

Junto a la Sigiriya, forman parte del listado de Patrimonio de la Humanidad, la Ciudad Santa de Anuradhapura, que fue la primera capital de Sri Lanka y donde se encuentra, entre otras maravillas el Buda ‘Samadhi’; la Antigua Ciudad de Polonnaruwa, con su ciudad medieval y las famosas estatuas de Buda de Gal Viharaya, una de ellas de 15 metros; la Ciudad Sagrada de Kandy, capital religiosa del budismo cingalés, en la que se encuentran muchas maravillas tanta religiosas como civiles; y la Ciudad Vieja de Galle, con sus magníficas fortificaciones coloniales.

Además de estos lugares, hay dos parajes naturales que son también Patrimonio de la Humanidad, la reserva forestal de Sinharaja y las mesetas centrales de la isla.

De hecho, los paisajes, con las interminables plantaciones de té, son una de las maravillas que no puede dejar de disfrutar en Sri Lanka, al igual que ir a visitar una fábrica de té, uno de los productos más famosos del país y, que sin duda, es famoso en el mundo entero.

Otro paisaje de cine, y en este caso real, es el que podrá admirar en Kitulgala, un pequeño pueblecito típico cingalés por el que fluye el río Kelani. Esta pintoresca localidad fue el escenario en el que se grabó la película ganadora de un Oscar ‘El puente sobre el río Kwai’.

Además, viajar a Sri Lanka también le llevará a conocer un mundo de sensaciones y de olores, los que desprenden las miles de especias que se cultivan en el país. Un buen lugar para dejarse envolver en este mundo de aromas es el Jardín de Especias de Matale.

Y, por último, no puede dejar pasar los viajes a Sri Lanka para hacer turismo por las antiguas ciudades coloniales. Aquellas como Nuwara Eliya en las que la arquitectura tradicional cingalesa se mezcla con ejemplos de edificios de estilo colonial inglés.