Recodo del Danubio
Es una de las zonas más conocidas del Danubio, no solo por la belleza del paisaje fluvial, también por las ciudades y la historia que se respira en sus orillas. El Recodo del Danubio es uno de los puntos álgidos de cualquier crucero por el Danubio, aunque también es una preciosa excursión que puede realizarse desde Budapest.
El Recodo del Danubio es una sinuosa línea que marca el Danubio justo en la frontera entre Hungría y Eslovaquia, formando cerrados meandros y virando bruscamente hacia el sur, para encaminarse hasta la preciosa Budapest. En esta zona, históricamente conflictiva por ser frontera natural entre varios imperios, han florecido ciudades maravillosas que cualquier viajero debe visitar.
La más conocida es Eztergom, justo al comienzo del recodo. Esta ciudad es la sede catedralicia del arzobispo de Eztergom, el cabeza de la Iglesia católica de Hungría y por tanto, el epicentro de la Iglesia en el país. Como puede imaginarse, uno de los lugares a visitar en la urbe es la Catedral, un enorme edificio cuya cúpula redondeada y majestuosa se puede admirar desde el propio río.
La Catedral de Eztergom, que tiene el rango de basílica, es la mayor iglesia de Hungría. Mayor incluso que la Catedral de San Esteban de Budapest, con una altura de 118 metros. Se puede subir a la terraza panorámica que hay en la cúpula para disfrutar de unas preciosas vistas del Danubio y Eslovaquia, más allá del río.
Otro de los lugares que no puede perderse del Recodo del Danubio es Visegrád, la antigua residencia real de los reyes húngaros y un importante punto estratégico para defender el Danubio. Se trata de una pintoresca fortaleza sobre un montículo que se eleva sobre los bosques del margen del Danubio, ofreciendo a los viajeros unas vistas impresionantes y un ambiente histórico que mana de sus piedras centenarias.
El último de los lugares que se visitan en una excursión por el Recodo del Danubio es Szentendre o San Andrés, un pequeño pueblecito pintoresco que, a pesar de su reducido tamaño, cuenta con una impresionante oferta cultural. Los artistas de Hungría eligen este pueblecito para vivir por el encanto de sus calles, en las que se pueden encontrar hasta 16 museos de todo tipo. Las casitas barrocas pintadas de vivos colores y las muchas iglesias y cruces que pueblan las calles adoquinadas del pueblo lo convierten en una de las visitas con más encanto de Hungría.
El Recodo del Danubio es la mejor forma de entrar en Hungría desde un crucero fluvial, admirando la historia y la belleza del paisaje que forma este río.
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