Rabat, Malta, el origen del cristianismo en la isla - Panavisión Tours

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Rabat, Malta, el origen del cristianismo en la isla

La gruta de San Pablo y las catacumbas son los atractivos imprescindibles del turismo en Rabat

Rabat, Malta, es una de las ciudades más turísticas de la isla. La historia de esta preciosa urbe está íntimamente ligada al cristianismo y los orígenes de la religión en el siglo I gracias a la estancia del apóstol San Pablo.

La gruta de San Pablo es, quizás el principal atractivo del turismo, Rabat se enorgullece de conservar esta cueva, donde se refugió el santo y creo una de las primeras comunidades cristianas de la historia. Según la tradición, el barco en el que viajaba el apóstol hacia Roma para ser juzgado naufragó frente a la isla. El santo tuvo que llegar nadando hasta la costa y refugiarse en la caverna.

Hoy día, la entrada a la gruta está señalada con la iglesia de San Pablo, un precioso templo barroco que merece una visita para deleitarse con su exquisita ornamentación. Además le permitirá sumergirse en el interior de uno de los primeros lugares de culto cristiano de todo el mundo, hasta tal punto que aparece mencionado en la Biblia.

No debe confundir la gruta de San Pablo con las catacumbas de san Pablo, también en Rabat, Malta. El nombre de este laberinto de túneles y pasadizos bajo la tierra se debe a su cercanía con la gruta de San Pablo y la iglesia que se levanta sobre ella. Construidas en el siglo III como necrópolis, fueron el refugio de los cristianos de la isla, que se escondían de las duras persecuciones de los romanos.

Camine por estas catacumbas y escuche el eco apagado de los pasos tras usted. A través de varios corredores podrá llegar hasta las otras grandes catacumbas de Rabat, Malta: Las catacumbas de Santa Águeda, que cuentan con más de 4.000 metros cuadrados de criptas, pasadizos y galerías subterráneas.

Destaca, ante todo, la basílica de Santa Águeda, una capilla que está bellamente decorada con frescos de la época bizantina y grecorromana, una auténtica maravilla de los primeros años del arte cristiano. Su nombre se debe a Santa Águeda que, según cuentan los malteses, intervino para salvar a la isla de la invasión árabe.

Turismo, Rabat y cristianismo se mezclan en esta impresionante red de túneles que rebosan historia y un encanto místico que solo los templos de casi 2.000 años de antigüedad pueden poseer.