Pirámides de Egipto
Pocos monumentos han despertado tanta admiración a lo largo de la historia como las Pirámides de Egipto. Desde hace 4.500 años, las pirámides han sido un mudo testigo de la historia de la humanidad.
Sin duda, las más conocidas son las Pirámides de Gizeh, en las afueras de lo que hoy es El Cairo. Esta triada de pirámides son las tumbas de los faraones Keops, Kefren y Micerinos, que pretendían alcanzar la inmortalidad con estos impresionantes monumentos, y en cierto modo lo consiguieron.
La Gran Pirámide alberga la tumba de Keops. Es la única de las siete Maravillas del mundo antiguo que aún sigue en pie. Sus infinitos bloques de piedra se superponen uno sobre otro para alzar sus 146 metros hacia el inmaculado cielo azul de Egipto, proclamando la gloria de su creador.
A su lado está su hermana pequeña, la pirámide de Kefrén, construida por este faraón, hijo de Keops. Al estar situada en un terreno más elevado da la impresión que su tamaño es mayor de la de Keops, por lo que durante algún tiempo tuvo la denominación de Gran Pirámide. Sin embargo sus 143 metros son insuficientes para desbancar a la pirámide de Keops de ese privilegio.
Por último, la más pequeña de las Pirámides de Egipto es la dedicada al faraón Micerinos, que en tiempos antiguos estaba recubierta de mármol rosado. Aunque “solo" tenga 65 metros de altura se la suele apodar como la “pirámide divina". A su alrededor se levantan las pirámides de las reinas, pequeñas construcciones dedicadas a albergar las tumbas de las consortes de estos faraones.
Custodiando las Pirámides de Egipto se encontrará a la Esfinge. Esta majestuosa criatura de 20 metros de altura y 50 de longitud representa al faraón Keops. Su nariz fue destruida por un cañonazo durante la campaña de Napoleón en Egipto, a principios del siglo XIX, y su barba se custodia en el Museo Británico de Londres.
Pero estas no son las únicas pirámides de Egipto. Se estima que en todo el país se levantan hasta 118 de estas construcciones, destinadas a albergar las tumbas de los faraones y las personalidades importantes de su corte.
En el año 2.000 antes de Cristo, la construcción de las pirámides entró en decadencia. Los faraones trasladaron su corte a Tebas, y se hicieron enterrar en el Valle de los Reyes, en tumbas más discretas que podían permanecer selladas y garantizar su descanso eterno.
Cuando viaje a Egipto y descubra las pirámides recuerde las palabras de Napoleón: “Desde lo alto de esos monumentos, más de 40 siglos os contemplan".
El misterio de la construcción; de las Pirámides de Egipto ha perdurado hasta nuestros días. Para adentrarnos en sus secretos, primero debemos saber qué son estas pirámides.
Las pirámides eran monumentos funerarios, es decir, tumbas en las que se enterraba a los faraones para facilitar su viaje al cielo en forma de estrellas y para permitir que su esencia perdurase para siempre en la forma de estas monumentales construcciones.
Dejando de lado las teorías que sostienen que las pirámides fueron construidas por extraterrestres, la creencia popular, alimentada por el imaginario cinematográfico, se basa en que las pirámides fueron construidas por esclavos.
Sin embargo, la realidad es que fueron obreros libres quienes construyeron estos fabulosos monumentos egipcios.
Dichos obreros, que trabajaban en agotadores turnos, fueron bien tratados y alimentados por sus contratadores, ya que se trataba de personal cualificado que, además, se encargaba de levantar las construcciones con mayor valor espiritual para los egipcios de la época.
Egipto, la cuna de las civilizaciones, cuya capital es El Cairo que se llama "la madre del mundo". Las huellas más antiguas de actividad humana se remontan en Egipto a la época Paleolítica.
No menos interesante y bello es su paisaje natural, rico y diverso: desde los arrecifes de corales del Mar Rojo hasta los oasis de los desiertos occidentales.
Además El Cairo, su cosmopolita capital y la ciudad más poblada de África, es un museo abierto mezcla perfecta de lo antiguo y lo moderno; y el río Nilo, su joya más preciada, un tesoro de la naturaleza al que Egipto se lo debe todo.
Egipto, un país que ha fascinado a la Humanidad desde épocas muy antiguas...
Es necesario pasaporte con una validez mínima de seis meses, a contar desde la fecha de regreso y visado obligatorio para españoles y comunitarios. El visado se obtiene a la llegada a Egipto, 1 sola entrada cuesta 25$, o su equivalente en euros o libras egipcias. Resto de nacionalidades distintas de la española y/o comunitarios consultar con la embajada egipcia. Es también común que en las motonaves y en los hoteles, la recepción recoja los pasaportes para hacer una copia de ellos. Asimismo, el guía o el representante también puede requerírselos.
En Egipto el día festivo es el viernes, siendo éste como el domingo en España, aunque en muchos casos las actividades y lugares turísticos permanecen abiertos.
Los auténticos taxis (de color blanco y negro) circulan libremente y es fácil encontrarlos en los hoteles o en paradas próximas a las zonas turísticas. Es aconsejable acordar el precio del trayecto antes de montar al taxi.
En los países árabes se convierte en un imperativo en el sector de los servicios: camareros, maleteros, taxistas, chóferes, etc. Es costumbre dar una propina en hoteles entre un 5% y en los taxis un 10%.
En Egipto, los establecimientos turísticos suelen permanecer abiertos hasta las 20:00 h., salvo algunos que cierran al mediodía y vuelven a abrir por la tarde.
Para ir de compras se precisa tiempo. La palabra compra en Egipto va relacionada con zocos y regateo, invitaciones a tomar té de menta, mucha conversación y buen ambiente. La relación entre vendedor y comprador debe ser un tira y afloja hasta que ambas partes queden satisfechas. La mayoría de la gente compra joyas de oro y plata (que se venden al peso y no por el trabajo realizado), trabajos de alabastro, un cartouche con tu nombre en escritura jeroglífica o colgantes con escarabajos, ojos de Horus o la mano de Fátima de la suerte engarzados. Cerámicas, papiros, réplicas de piezas de museos, armas de beduinos, copias de latón de pirámides o collares de semillas.
La cocina egipcia, fruto de la exquisita mixtura entre la gastronomía árabe, africana y mediterránea, es una de las más importantes y variadas de toda la región. Hay dos componentes básicos en la dieta egipcia: el aish, que es una hogaza de pan preparada con diferentes harinas; y el fuul, enormes judías que normalmente se preparan con limón. Estas judías suelen acompañarse con yogurt, ajo, quesos y huevos. Con respecto a la carne, los egipcios gustan mucho de esta sabrosa comida. También es común encontrar platos que contengan todo tipo de pescados, sobre todo en Alejandría.
La principal característica del Egipcio es el respeto hacia quien lo respeta, así podemos destacar por ejemplo la costumbre que tienen las egipcias de no entrar a las mezquitas con pantalones cortos, agradecen muchísimo que las turistas al igual que las egipcias respeten esa costumbre y no entren con este tipo de pantalones, pese a ello si alguna de las turistas no tiene pantalón largo o faldas largas, al entrar en la mezquita le harán entrega de una capa para cubrirse. Otra de sus costumbres para entrar en las Mezquitas es la de descalzarse. En algunas Mezquitas en las que se permite la entrada dan a los turistas unas babuchas de tela para colocárselas encima de los zapatos y así no tener que descalzarse, aún así el mismo guía avisará con antelación qué ropa es recomendable llevar para una visita a la mezquita. Durante el tour en verano es recomendable llevar ropa ligera, prendas de algodón, gafas de sol, traje de baño y sombrero. El invierno es corto y suave pero necesitan algunas prendas de abrigo por la mañana temprano y por las noches ya que las temperaturas pueden bajar bruscamente. Asimismo, fuera de los hoteles o restaurantes se recomienda no comer fruta sin pelar, hortalizas crudas, helados y bebidas muy frías. Aunque lo más apetecible tras una calurosa visita sea una bebida helada, es preferible ingerir bebidas calientes o no tan frías que ayudan a restablecer la temperatura del cuerpo de forma gradual. Es aconsejable llevar algún medicamento contra las infecciones intestinales, la fiebre, resfriados, así como una crema solar con un elevado factor de protección y repelente contra los mosquitos.
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