Turismo en Nápoles
Mediterránea, desordenada, caótica, sabrosa, bella…en Nápoles el turismo se vive de una manera especial. Esta preciosa ciudad, la más grande del sur de Italia, está repleta de lugares y rincones que destilan una esencia especial.
Nápoles es el punto de partida perfecto para descubrir algunos de los lugares más especiales de Italia: Desde las famosas ruinas de Pompeya hasta la exquisita isla de Capri, la perla del Mediterráneo, o el colosal Vesubio. Una gran cantidad de tesoros que le enamorarán de esta preciosa ciudad y de la región de Campania, de la que Nápoles es la capital.
Sin embargo, hay otros muchos lugares que ver en Nápoles y que bien merecen una visita. El golfo de Nápoles, a lo largo del cual se extiende la ciudad, es uno de los rincones con más magia y que mejor recogen su esencia marítima. Pasee por el paseo marítimo, escuchando el suave rumor de las olas, sintiendo el sol sobre su piel y disfrutando de las coloridas casas que se agolpan desordenadas con vistas al mar. Toda una delicia. No se pierda tampoco el encantador puerto de Nápoles, que sigue siendo uno de los lugares más pintorescos.
Pero en Nápoles, el turismo también tiene un fuerte componente cultural. Una visita imprescindible en esta ciudad es el Museo Arqueológico, donde se guardan impresionantes obras de arte, muchas ellas provenientes de la cercana Pompeya. Pero las piezas que le dejarán boquiabierto son las que pertenecen a la Colección Farnesio.
Este conjunto de obras pertenecen al periodo romano, aunque fueron recopiladas por la familia Farnesio durante el Renacimiento. No se pierda el famoso Toro Farnesio, considerada la escultura más grande que se conserva del periodo romano y que supone una auténtica obra maestra del arte romano. De igual manera, también destaca el Hércules Farnesio, una augusta escultura del héroe que le hará creer que se haya frente al mismísimo hijo de Júpiter.
Otra visita obligada cuando se hace turismo en Nápoles es la Galería Umberto. Aunque es similar a la Galería de Víctor Manuel de Milán, la galería napolitana tiene un encanto especial. Goza de una iluminación natural espectacular que realza su sobria y señorial apariencia. Disfrute de este mágico espacio, coronado por una impresionante cúpula acristalada que merece más de una fotografía.
La Basílica de Santa Clara es otro de los monumentos que ver en Nápoles. Destaca su claustro, repleto de coloridos frescos, a cual más exquisito, que le harán transportarse hasta un santuario de paz y tranquilidad.
Por último, no podrá dejar de disfrutar de una de las señas de identidad de Nápoles que se ha convertido, por derecho propio, en un monumento: la pizza. Esta deliciosa especialidad italiana, que se ha extendido por todo el mundo, tuvo su origen en los restaurantes junto al golfo.
En Nápoles se sigue fielmente la tradición pizzera, que establece que hay dos tipos de pizza: la margarita y la marinera, según la base de ingredientes que tenga. No pierda la ocasión de degustar una auténtica pizza napolitana, mientras disfruta de unas preciosas vistas del Golfo. Un panorama para enamorarse.
Más puntos de interés
Otros destinos
