Crucero por el Volga, la esencia de Rusia

Un crucero por el Volga puede ser la excusa perfecta para sumergirse de lleno en Rusia y saborear su esencia. Descubra un país lleno de enormes sorpresas que no podrá dejar escapar.

Los cruceros por el Volga se pueden comenzar bien por Moscú, bien por San Petersburgo. El orden de los factores no altera el producto, que este caso son dos ciudades con un encanto y una belleza que le dejarán atónito.

Podrá conocer el famoso Kremlin de Moscú. En el interior de esta ciudadela de la capital rusa podrá deleitarse con la plaza con más catedrales del mundo, que de hecho se llama Plaza de las Catedrales. Hasta tres templos se levantan en este lugar: la Catedral de la Asunción, la Catedral de la Anunciación y la Catedral de San Miguel Arcángel, iglesias muy importantes en la historia rusa –los zares se coronaban y enterraban en estas catedrales- y plagadas de hermosas obras de arte, como los iconos que albergan.

No hay que olvidar la visita a los monumentos más importantes de Moscú. Por ejemplo, la famosa plaza Roja, con el templo de San Basilio, cuyas coloridas cúpulas se han convertido en el símbolo internacional de la ciudad; o el mausoleo de Lenin, el líder soviético, donde se conserva su momia. También tendrá la oportunidad de admirar el Convento de las Doncellas, un espectacular edificio barroco a la orilla del Moscova que está declarado Patrimonio de la Humanidad.

Otra opción para empezar su crucero por el Volga es San Petersburgo, donde se encontrará con la ciudad de los zares. No puede perderse la visita al Palacio de Invierno, hoy reconvertido en el Museo Hermitage. En su interior, además de disfrutar del esplendor de los zares, podrá admirar una extensísima colección de más de 3 millones de piezas de arte.

Sin salir de San Petersburgo, la Catedral de Kazán es uno de los templos ortodoxos más impresionantes de Rusia, construido a imagen de la basílica de San Pedro de Roma. Su columnata cuenta con 96 pilares, que custodian uno de las reliquias más notables de todo el país, un icono de la Virgen de Kazán.

En las afueras de la capital imperial podrá deleitarse con la visita al Palacio de Pushkin, o de Santa Catalina. Es el mejor ejemplo del lujo del barroco ruso. Destaca, sobre todo, su Sala de Ámbar, una habitación totalmente recubierta con paneles de ámbar que supone un auténtico espectáculo para la vista.

Mientras disfruta de su crucero por el Volga y se traslada de una ciudad a otra también pasará por lugares emblemáticos de la cultura rusa. Es el caso de Úglich, que posee un fastuoso Kremlin o la Iglesia de San Demetrio en la Sangre, uno de los templos más importantes de Rusia.

Durante el trayecto también podrá visitar las ciudades de Yaroslav, cuyo centro histórico ha sido reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, o Goritzy, que cuenta con varios templos e iglesias de estilo ruso que le dejarán maravillado.

Una de las paradas más interesantes de su crucero por el Volga es la isla de Kizhi. Encontrará un recinto donde se levantan, entre otras construcciones, dos majestuosas iglesias de madera y un campanario octogonal, hecho también de madera, que alberga un reloj.

En Mandrogui podrá sumergirse en la más pura y tradicional esencia rusa. En las calles de este pintoresco pueblo encontrará numerosas construcciones tradicionales. Las gentes que pueblan esta villa se dedican, como lo hacían sus antepasados, a las labores tradicionales de agricultura, pero también a la fabricación de dulces o incluso vodka que, por supuesto, podrá llevarse como recuerdo de su viaje.

Por supuesto, durante su crucero por el Volga podrá disfrutar de la espléndida animación y el sinfín de actividades que la tripulación del barco le ofrece. Además podrá recibir la bienvenida de la mano del capitán o incluso tener el placer de compartir la cena con él.