Coblenza, Alemania entre dos ríos

Coblenza, Alemania es uno de los lugares más interesantes a orillas del Rhin. La ciudad está situada en la confluencia entre el Rhin y el Mosela, un paraje único cuya belleza ya fue reconocida por las tribus germanas y los romanos hace más de 2.000 años.

Precisamente esta confluencia entre los ríos es uno de los principales atractivos turísticos de Coblenza. Destaca la Deutsches Eck, la Esquina Alemana, una porción de tierra que, como una punta de flecha, se interna entre el Rhin y el Mosela. Hoy en día es un encantador parque en el que poder contemplar el tranquilo curso del agua.

Este lugar está dominado por una colosal estatua ecuestre de Guillermo I, el emperador alemán que unificó el país durante el siglo XIX. Esta estatua, que fue colocada a los pocos años de fallecer el káiser, fue destruida y reemplazada tras la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día la soberbia figura de Guillermo I preside el espectáculo natural que se da en este rincón.

Al hacer turismo en Coblenza, Alemania, también merece la pena visitar el casco antiguo de la ciudad. Sus edificios destilan una esencia pintoresca e histórica que le sumergirán en lo más profundo de la historia de la ciudad, que durante siglos osciló entre la dominación germana y francesa.

Caminando por la orilla del Mosela podrá descubrir la plaza de San Florín, una de las más reconocidas de la ciudad alemana que posee una iglesia datada en el siglo XII, una maravilla de la historia que acapara la atención de los viajeros que concurren hasta esta ciudad. También podrá dirigir sus pasos hacia las Cuatro Torres, cuatro miradores que pertenecen a casas barrocas y que le permitirán gozar de una vista espectacular de Coblenza y su paraje natural.

Otra de las maneras de disfrutar de Coblenza, y quizás la más atractiva para muchos, es descubrir sus tabernas y bares, donde se sirven los vinos típicos de la región acompañados por alguno de los manjares propios de la zona. Vale la pena sentarse en uno de estos locales para degustar estos ejemplos de la gastronomía local.

De una u otra manera, ya sea paladeando los vinos y platos típicos de la zona, o dejándose llevar por la magia histórica de Coblenza, esta ciudad alemana tiene lo necesario para enamorar a todo viajero que arribe hasta esta ciudad entre dos ríos.