Castillo de Stirling
El Castillo de Stirling es uno de los monumentos más famosos e importantes de Escocia. No solo permite disfrutar de unas preciosas vistas del paisaje de alrededor, también cuenta con una fascinante historia ligada a la historia militar del país. Por ello, el Castillo de Stirling se ha convertido en todo un símbolo de la cultura escocesa.
El Castillo está situado sobre un escarpado pico que domina la ciudad medieval de Stirling, en la llanura justo debajo de la fortaleza. No es extraño que su emplazamiento con respecto a la ciudad recuerde al del Castillo de Edimburgo, a unos 40 kilómetros.
La posición dominante del castillo y su situación geográfica, justo en la frontera con las Tierras Altas, convierten a Stirling en uno de los lugares estratégicos más importantes del país. De hecho, es famosa la frase que se ha pronunciado en multitud de guerras : "El que controla Stirling, controla Escocia".
Desde el punto de vista turístico, el Castillo de Stirling permite a los viajeros disfrutar de unas espectaculares vistas, tanto de la ciudad como del paisaje, pero también recorrer parte de la historia escocesa.
Nada más entrar en la fortaleza, nos encontraremos con una entrada monumental, construida en el siglo XVIII –y que contrasta con el aspecto medieval de la mayoría del castillo-. La prueba de la importancia de Stirling en Escocia durante distintos periodos de la historia.
Las miradas de todos los visitantes que contemplan el panorama desde las almenas del castillo se dirigen, inevitablemente, a la Torre de Wallace, que parece surgir de entre las copas de los árboles de las colinas cercanas. Esta atalaya es un monumento –levantado en la época victoriana- en recuerdo a William Wallace, el líder escocés que lucho por la independencia de su país a finales del siglo XIII. Precisamente en los campos de Stirling consiguió una de las victorias más importantes de las Guerras de Independencia de Escocia al derrotar al ejército inglés. Si sube a lo alto de la Torre de Wallace se puede disfrutar de una espectacular vista del lugar en el que ocurrió la batalla, inmortalizada en el cine en la película Braveheart.
De nuevo en el Castillo de Stirling, destaca el Palacio Renacentista de Jacobo V. Hoy en día, podrá recorrer sus salones decorados con muebles de época y sumergirse en el lujo que rodeaba la corte escocesa en aquella época. El lugar más destacado del palacio es el Gran Salón, un espacio colosal adornado con una techumbre de madera y aspecto señorial que sorprende a los viajeros.
En el interior del castillo también podrá visitar el Museo del Regimiento de los Highlanders, que tenían su base en esta fortaleza. Esta unidad fue uno de los cuerpos de élite más destacados del Ejército Imperial Británico, protagonizando alguna de las proezas más épicas de la historia militar, como La Delgada Línea Roja en la Batalla de Balaklava –en el contexto de la Guerra de Crimea-, o su participación en la Batalla de Normandía de la II Guerra Mundial.
A los pies del castillo, ya en la ciudad de Stilrling, Escocia, merece la pena detenerse en la Iglesia de Holy Rude. Se trata de un templo gótico, rodeado de un cementerio que por su aspecto pintoresco, le sumergirá en lo más profundo de la Edad Media y las tradiciones escocesas. Los arcos ojivados, los ventanales y la techumbre de madera, tienen lo necesario para que la iglesia sea una de las más impresionantes de Escocia. Además, fue el lugar en el que se coronó a Jacobo VI en 1567 –que más tarde sería Jacobo I de Inglaterra-, lo que convierte a esta iglesia en una de las dos de Reino Unido en las que se han coronado reyes de Inglaterra. Honor compartido con la Abadía de Westminster.
Para los amantes de la historia y la Edad Media, Stirling es una visita imprescindible de Escocia, que les permitirá revivir alguno de los momentos más importantes del país a lo largo de los siglos.
