Belén, la ciudad de la Navidad

Belén es una de las ciudades más importantes para el mundo cristiano ya que fue en esta pequeña ciudad donde Jesucristo nación, según los evangelios. Hoy en día, los atractivos turísticos de esta ciudad de Tierra Santa están estrechamente relacionados con la Natividad.

El perfecto ejemplo es la Basílica de la Natividad de Belén, situada en el lugar donde se encontraba el pesebre en el que nació Cristo, el famoso portal de Belén. La basílica es un precioso edificio del siglo VI, aunque reformada durante la época cruzada en la que se añadieron esplendorosos adornos. No se pierda los mosaicos bizantinos, datados en los primeros siglos del cristianismo, que son una auténtica maravilla del arte antiguo.

Desde la Basílica de la Natividad podrá acceder hasta la famosa Gruta de la Natividad, el lugar donde nació Jesús. Ya desde el siglo II los primeros cristianos identificaron esta gruta como el establo en el que nació Jesucristo –en aquella época en Belén los establos se situaban en las grutas-.

En el corazón de esta gruta encontrará una estrella de plata de catorce puntas en el suelo que señala el lugar donde nació Jesús. Podrá leer la inscripción en latín “Hic de Virgine Maria Jesus Christus natus est”, esto es “Aquí de la Virgen María nació Jesucristo”. En este lugar tan espiritual podrá sentir la magia que envuelve toda la iglesia.

Justo al lado de la Basílica de la natividad podrá visitar la Basílica de Santa Catalina. Este templo decimonónico –aunque sustituyó a una iglesia medieval- cuenta con un precioso claustro y varias capillas cargadas de espiritualidad.

Sin embargo, el principal atractivo de este templo se encuentra en sus grutas, y más concretamente en la Gruta de San Jerónimo. Para acceder a ella también deberá descender por debajo del suelo de la iglesia.

De esta manera podrá descubrir a uno de los lugares más interesantes de Belén, donde San Jerónimo de Estridón se retiró para vivir una vida ermitaña al mismo tiempo que emprendía la gran labor de su vida: traducir la Biblia al latín, edición que acabaría denominándose “Vulgata”.