Turismo en Avignon
En Avignon, turismo e historia caminan de la mano. Esta preciosa ciudad medieval es uno de los destinos imprescindibles en un crucero por el Ródano. Los vestigios de la antigua sede papal y su centro histórico, que es Patrimonio de la Humanidad, son sus principales atractivos.
El puente de Avignon, Francia, es quizás el símbolo más reconocido de la ciudad. Según la tradición fue construido por san Bénézet, que está enterrado en una capillita sobre el puente. Antaño, la estructura unía las dos riberas del Ródano, pero en el siglo XVII una fuerte inundación destruyó la pasarela. Desde entonces ha permanecido con el aspecto actual, cortado en mitad del río, con “solo" 120 metros y cuatro arcos, cuanto antes superaba los 900 metros y contaba con 22 arcos.
Al recorrer su pasarela podrá sentir el mistral, el viento de la Provenza, cargado de la esencia mediterránea de Francia y de la abundante lavanda que se cultiva alrededor. También podrá escuchar el suave devenir del Ródano bajo sus pies y disfrutar de una panorámica espectacular del centro histórico de Avignon.
El Palacio Papal es otro de los grandes monumentos que ver en Avignon. En el siglo XIV los papas gobernaron la Iglesia desde este palacio. Hoy en día destaca en este suntuoso edificio gótico la gran capilla, donde oraban los pontífices; la Grande Audience, el salón de recepciones que está ricamente decorado con frescos medievales; el claustro; o la Cour d’Honneur, donde cada año se celebran los conciertos del Festival de Avignon.
Al salir del Palacio Papal podrá disfrutar de uno de los atractivos de Avignon: turismo en el Petit Palais. Este palacio episcopal, a pocos pasos de la residencia de los pontífices, es uno de los edificios más importantes y destacados del centro histórico de la ciudad. Hoy en día es una soberbia galería de arte que cuenta con exquisitas obras de la escuela renacentista de Avignon, una de las más importantes de Europa en la época.
Paseando por las callejuelas empedradas podrá descubrir uno de los atractivos que ver en Avignon, las murallas. Este muro medieval, que protegía la plaza en la época del papado, destaca por su espectacular estado de conservación. Delimitan además el centro histórico de la ciudad.
El centro histórico le permitirá sumergirse en una de las principales atracciones de Avignon, turismo en la ciudad medieval. A lo largo de los adoquines de las calles podrá descubrir edificios con varios siglos de antigüedad. Las pintorescas iglesias y capillas recuerdan que esta preciosa ciudad fue, durante un tiempo, la capital de toda la cristiandad.
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