¿Divisas las vacaciones en el horizonte? En ese caso, te animamos a conocer nuestras ofertas de viaje en circuitos por Europa y otros muchos destinos de Asia, África y América. Elige tu preferido, reserva tus vacaciones y… ¡haz tu maleta! Eso sí: sin dejarte nada importante.
Puede parecer una obviedad, pero te aseguramos que no lo es. De hecho, no es extraño no encontrar un analgésico de uso habitual en las farmacias de determinadas regiones —con lo fácil que hubiera sido llevarse las aspirinas de casa, ¿verdad?—, o no tener una mano un impermeable durante una visita guiada. O el bronceador en tu viaje a Maldivas,aun a riesgo de que te confundan con el color de sus arrecifes a la vuelta.
Y aunque suelen ser un clásico, estos pequeños descuidos pueden echar por tierra incluso el mejor plan. ¿La clave para evitarlo? Simplemente, ser previsor y tener en cuenta las cosas que hay que llevar en la maleta sí o sí, para que en tu viaje no falte de nada.
Hay que reconocerlo: ¿quién no ha hecho la maleta en cinco minutos… y con las cinco primeras piezas de ropa que ha sacado al azar del armario, sin tener en cuenta la latitud por la que vas a moverte? Aunque todos hemos sido víctimas de las prisas y la precipitación antes de subir al avión o al tren, lo cierto es que la improvisación no es lo más acertado. Sobre todo, cuando al aterrizar nos aguarda uno de nuestros circuitos por China, Japón u otros países lejanos y exóticos.
Para no caer en esto, basta con no dejarlo todo para el último momento y, sobre todo, papel y lápiz. Siéntate frente a tu libreta unos días antes, anota todo lo que crees que necesitarás durante tu estancia y ve añadiendo aquellas que se te vayan ocurriendo más tarde.
Y al contrario: cuando lo tengas todo, elimina aquellos objetos prescindibles, así como aquellos que abulten o pesen demasiado, y que puedan conseguirse fácilmente en tu destino de vacaciones. Esto no sólo te ayudará a viajar más ligero/a, sino también a no sobrepasar las restricciones de peso que imponen algunas aerolíneas. Por cierto: ¡no te olvides de pesar la maleta cuando esté cerrada! Te ahorrarás así tener que pagar algún suplemento o facturar un equipaje de mano que querías llevar contigo.
Sin duda, éste es uno de los momentos más críticos a la hora de hacer la maleta. Además de informarte del clima del lugar que visitarás —y, en la medida de lo posible, del pronóstico meteorológico para los próximos días—, también tienes que anticiparte a posibles cambios del tiempo inesperados o incluso, al descenso de las temperaturas por la noche. Por ejemplo, si vas a aprovechar al verano para hacer ese esperado viaje a Praga o Viena, no está de más poner en la maleta o una chaqueta o jersey de manga larga (¡las utilizarás!).
Además, esta prenda también te irá genial si te planteas conocer un país árabe —por ejemplo, eligiendo uno de nuestros circuitos por Jordania—, disponer de un fular, una camisa y unos pantalones largo que cubran brazos y piernas te será muy práctico para entrar mezquitas. Otro tanto podríamos decir de algunas iglesias, como podrás comprobar en alguno de nuestros increíbles circuitos en Italia.Y si nos apuras, de algunos lugares con naturaleza salvaje, como ocurre con nuestros viajes a Vietnam, ya que este tipo de indumentaria te mantendrá a salvo de posibles picaduras de insectos.
Si viajas a algún país con precipitaciones frecuentes, no te olvides del paraguas o el chubasquero, ni de prendas de abrigo. Y si tu intención es recorrer lugares calurosos en plena naturaleza, apuesta por los tejidos ligeros, naturales y transpirables, como el lino el algodón, y lleva siempre un calzado cerrado y cómodo.
Los amantes del trekking no pueden olvidarse de unas botas o bambas para caminar durante horas, así como de una mochila resistente.
Y aunque sea una obviedad, no te olvides de muchos de nuestros hoteles disponen de piscina. Por eso, y aunque no hayas escogido un destino de playa, no dejes de meter el bañador y las chanclas en la maleta (uno de los grandes olvidados, junto con el pijama y las zapatillas de estar por casa). Además, una gorra, sombrero o pañuelo será tu mejor aliado contra el sol y el calor, por ejemplo, en nuestros viajes a Egipto.
Un pequeño truco para ahorrar espacio: considera la posibilidad de lavar tu ropa en los hoteles en los que te alojes.
Entre los productos que tienes que incluir en tu botiquín, destacan las tiritas (perfectas para las rozaduras), gasas y algodón esterilizado, agua oxigenada para desinfectar pequeñas heridas, pomadas, analgésicos, crema solar con FP 50, repelente antimosquitos, antinflamatorios, antidiarreicos, compresas y tampones. Si estás tomando alguna medicación, te aconsejamos que lleves más cantidad de la que precisarás durante el viaje, por si hubiera algún retraso en el vuelo de vuelta.
Y ya que hablamos de aspectos relacionados con la salud, te recomendamos hacerte un seguro médico antes de salir del país, que cubra eventuales gastos de hospitalización y repatriación. En este sentido, hay que recordar que el acceso a la sanidad privada tiene precios prohibitivos en algunos países. En cualquier caso, si vas a quedarte en la Unión Europea, Suiza, Islandia, Liechtenstein o Noruega y estás trabajando, no dudes en solicitar online y gratuitamente la Tarjeta Sanitaria Europea.
Por último, no podíamos olvidarnos de otros objetos útiles, como una agenda en papel con tus contactos más importantes, el teléfono móvil, la cámara de fotos o de vídeo (si vas a la playa, que mejor si es subacuática), batería externa, pilas de recambio, un adaptador de corriente, gafas de sol, un neceser con tus productos de higiene personal y una fotocopia de tu documentación de acceso al país (pasaporte, visado o DNI), ya que te resultará de ayuda en caso de pérdida.
En cualquier caso, procura no descuidarte de poner en la maleta lo más importante: las ganas de disfrutar. Nosotros nos encargaremos de todo lo demás.